¿Dónde vivir en Andorra? Las 7 parroquias del principado a examen

Un repaso a las 7 parroquias andorranas

Si te preguntas dónde vivir, Andorra la Vella quizá sea tu respuesta

Situada al suroeste del territorio, Andorra la Vella es la parroquia que concentra el mayor número de población (22.000 habitantes) y la capital del país. La localidad se ubica en el valle a una altitud de más de 1.000 metros y abarca las poblaciones de Santa Coloma y La Margineda. La capital dispone del mayor núcleo comercial del principado con una amplia oferta en servicios de cualquier índole. Comercios, hospital, colegios de los cuatro sistemas educativos que convergen en el principado, estación de autobuses, polideportivos y estadios; profesionales de cualquier sector pueden encontrarse sin problema en la capital del principado. Además, Andorra la Vella posee la ventaja de disponer de múltiples rutas para practicar senderismo por lo que es posible pasar del bullicio de la capital al relax del entorno natural en tan solo cinco minutos. Una muy buena opción para los que se preguntan ¿dónde vivir en Andorra?

Escaldes-Engordany, meca del termoludismo

En 1978, Escaldes-Engordany se separó de Andorra la Vella para convertirse en una parroquia de pleno derecho, no obstante, se hace muy complicado discernir dónde empieza una y termina la otra y viceversa. Su población de 14.000 habitantes es la segunda más grande del país. El centro neurálgico de Escaldes se ubica en la intersección de los dos ríos Valira y, en su parte alta, dispone de fuentes termales naturales que conforman una parte importante de su actividad turística. Con el centro termolúdico Caldea como buque insignia de la economía de la parroquia andorrana, Escaldes-Engordany también goza del privilegio de albergar el museo Carmen Thyssen Andorra además de varias galerías de arte. No obstante, el carácter agrícola y ganadero tradicional sigue siendo palpable en la localidad.

Sant Julià de Lòria, la primera en recibir a los visitantes

¿Dónde vivir en Andorra cuando se desea instalarse en una localidad con ambiente familiar y evitar al máximo las bajas temperaturas del principado? Sant Julià de Lòria es la primera parroquia andorrana que encontramos al llegar al país desde España. Su particular ubicación la protege de los rigores del invierno pirenaico por lo que el termómetro, en Sant Julià, es más benévolo que en resto del país. La localidad posee unos 9.000 habitantes y, de igual forma que la mayoría de parroquias de Andorra, dispone de prácticamente todos los servicios necesarios. Además, la demarcación de la localidad ofrece espectaculares espacios naturales además de poseer un parque de aventuras “Naturlandia” y la única estación de esquí nórdico del principado: “La Rabassa”.

Encamp, apuesta de los Ski Lovers

Siendo de las localidades más visitadas por los aficionados al esquí de Andorra, la parroquia de Encamp está situada a una altitud media de 1.240 metros. Su núcleo de población, de unos 14.000 habitantes, se divide –actualmente- en 3 localidades: Encamp, Vila y el Pas de la Casa. El Pas de la Casa es la primera localidad del principado que encuentran los visitantes que acceden al país por Francia. Así mismo, “El Pas” es muy conocido por sus comercios, su impresionante entorno natural y por estar ubicado dentro del mayor dominio esquiable del Pirineo: Grandvalira. Además, la parroquia andorrana de Encamp posee un rico patrimonio cultural evidenciable en cualquier visita a la localidad.

La Massana, máxima diversión en invierno y en verano

Situada al noroeste del país, la parroquia de La Massana cuenta con 10.000 habitantes, de los cuales 3.000 residen en la localidad principal (La Massana). El resto de la población se divide en pequeñas poblaciones como Sorteny, Anyòs, Arinsal, L’Aldosa, Escàs, Pal o Erts. La parroquia andorrana alberga el pico más alto del principado: El Pic del Comapedrosa (2.943 m) desde donde se pueden disfrutar de la impresionante panorámica de Les Valls del Comapedrosa. La Massana también acoge la estación de esquí de Vallnord que se mantiene en funcionamiento tanto en invierno como en verano y a la que se puede acceder mediante un telecabina situado en el mismo pueblo.

Ordino, la más idílica de las parroquias andorranas

Al norte de La Massana, Ordino se constituye como la más bucólica de las parroquias de Andorra. Con una superficie de 85 Km2 de bosques y un maravilloso entorno natural, la demarcación alberga 8 pequeños núcleos de población que suman un total de 5.000 habitantes. Además, Ordino alberga otra de las estaciones emblemáticas del principado: Ordino Arcalís, que se encuentra a escasos veinte minutos de la capital de la parroquia. Con un entorno de indiscutible belleza natural y picos tan representativos como el Casamanya o la Font Blanca, Ordino destaca por su impresionante entorno a la vez que por la belleza de su núcleo urbano constituido por pintorescas calles empedradas y pequeños rincones por los que parece no haber pasado el tiempo.

Canillo, la parroquia a más altitud del principado

Al norte del principado se encuentra Canillo. Con varios pequeños núcleos de población repartidos por sus 121 km², el número de habitantes de esta parroquia andorrana apenas superan los 5.000. La altitud media de Canillo es de más de 1.500 m lo que la convierte en la parroquia más alta donde vivir en Andorra. Canillo alberga el santuario de Nostra Senyora de Meritxell, patrona del principado, el Palau de Gel –centro deportivo de referencia dotado de pista de hielo y piscina olímpica- y la iglesia románica de Sant Joan de Caselles. Además, su proximidad a varios accesos de la estación Grandvalira, convierten a la parroquia en referencia del turismo invernal.

Lugares especiales donde vivir, Andorra lo tiene “casi” todo

Encontrar el paraíso en pleno Pirineo

Una calidad de vida inmejorable

Con una atractiva combinación de floreciente economía, una amplísima oferta de servicios y una ubicación inmejorable en el corazón del Pirineo, cualquiera de las siete parroquias resulta la mejor elección para los que se preguntan dónde vivir en Andorra. El principado lo tiene “casi” todo, solo le falta el mar, porque ya tiene el cielo.

Una amplísima oferta deportiva en todas las parroquias andorranas

Los amantes de la montaña y la naturaleza encontrarán su lugar ideal en Andorra. Con el buen tiempo, el trekking, el excursionismo, el ciclismo o las rutas culturales se convierten en la cotidianidad del principado. Además, el país ha apostado por convertir las estaciones de esquí en centros de actividades de aventura durante el verano. En invierno, la nieve y el deporte se convierten en protagonistas indiscutibles del día a día de cualquier parroquia andorrana ya que, las tres grandes estaciones de esquí del país: La Rabassa, Vallnord, y Grandvalira, cubren una buena parte del territorio.

Lo mejor del clima mediterráneo

El clima andorrano es de tipo mediterráneo de alta montaña: veranos agradables y soleados con algunas tardes de precipitación e inviernos fríos con nevadas frecuentes pero con un alto grado de insolación anual, marcan la tónica del principado. Entre los meses de noviembre a abril es importante tener en cuenta la obligación de llevar siempre equipamientos especiales en nuestro vehículo o ruedas de contacto para evitar incidentes en la carretera o sanciones en cualquier parroquia de Andorra.

Andorra, el mejor lugar donde vivir y trabajar

Los impuestos son otra de las ventajas de vivir en Andorra, donde la imposición resulta mucho más baja que en otros países europeos. El gobierno del principado es, además, consciente de la necesidad de facilitar a las empresas su instalación en el principado y establece disposiciones y legislación que estimula y favorece la inversión extranjera en el país y sus distintas parroquias. Andorra, en la actualidad, es referente indiscutible en el sector servicios, no obstante, alberga un importante entramado de negocio, generador de sinergias, que posiciona al país en una prestigiosa plaza empresarial.

Una sólida y solvente estructura educativa

La estructura educativa andorrana integra cuatro sistemas distintos: el andorrano, el español el francés y el británico y todas las parroquias andorranas cuentan, al menos, con tres de los cuatro sistemas existentes.