Es un restaurante con encanto situado en un pequeño núcleo de Erts en la zona de Arinsal. Ideal para cenas románticas, comidas en familia o con amigos. lugar acogedor, buen servicio y trato familiar.
Todo es sabroso, abundante y se siente la autenticidad y bondad. La cocina es local, buena, fresca, la carne se cuece al fuego de leña, en porciones razonables. El pollo es delicioso, aromatizado con hierbas y las chuletas de cordero excelentes. Todo acompañado de un poco de verduras a la plancha en una atmósfera cariñosa donde te sientes perfectamente bien, con excelentes precios.
En el menú, embutidos locales, carnes a la brasa al fuego de leña. Las raciones son gigantescas.
La decoración es rústica, piedra vista y estructura de madera. En este lugar se va a comer a Andorra.
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